No te vayas de mi lado.

Es increíble el vacío que siento dentro de mi. Es imposible  expresar la soledad que me rodea. Me quería ir, me voy, me iba. Añade que no he tenido ganas de seguir con esta lucha, con seguir con esta vida. Ya es demasiado peso sobre mis hombros, estoy cansada.

Todo esto me sobrepasa. Quería un abrazo. Necesitaba un abrazo, un consuelo. Quería sentirme bien, necesito fuerzas, necesito ayuda, y aunque no quiera, quiero igual. Me pregunto si las cosas las estoy haciendo bien.

Podría decir que te necesito aquí, ahora, pero no serviría de mucho, cursilerías que no llevan a nada, porque en este preciso momento sé que no vendrás, también sé que no vendrás más adelante; imagino que tienes que hacer cosas, antes de decidirte a venir, porque hay cosas que se irán. Y yo, no, no me iré. De verdad que nunca me iré, nunca me iré de ti, ni te dejará, siempre te acompañaré. Quizás algún día deba irme físicamente, pero jamás te voy a abandonar. 

En serio, créeme. Pero... tan sólo te pediré algo. Tú tampoco me abandones, nunca. Tú tampoco me dejes, jamás. Tú, pase lo que pase, te ruego, no te vayas, no te vayas de mi lado.