Sonríe, por favor.

Me pregunto y no dejo de preguntarme si realmente eres feliz.

Si esa sonrisa tuya que pones constantemente no es una máscara perfecta que usas para protegerte del resto del mundo. 

Esa que usas para confundirme, y que poco a poco me hace caer en un estado de atención al resto del mundo casi inexistente.

Esa que hace que todos tus problemas desaparezcan por unos instantes, y veas la vida con mejores ojos.

La verdad, no sé cómo lo haces, pero me encanta. 

Te envidio.

Yo quisiera poder tener esa sonrisa dibujada en la cara a todos horas para poder agradar al resto del mundo, pero no puedo hacerlo yo sola, así que por favor, no dejes de sonreír.